Un hombre que arribó al aeropuerto John F. Kennedy en Nueva York desde la República Dominicana, fue multado con 300 dólares luego de que una agente de Aduanas encontrara varios mangos en su equipaje durante una inspección.
«Me dijo que no tenía nada, entonces tiene mangos. ¿Tiene más mangos, señor?», se escucha decir a Claudia Alcarraz, una trabajadora de primera línea para la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, a Juan Castillo en un video publicado por Spectrum Noticias NY.
El audiovisual muestra a la especialista de agricultura revisar las maletas con las que viajaba Castillo y de una de ellas extrae una bolsa de plástico, la cual rompe para descubrir en su interior varios mangos que viajaron desde Santo Domingo a Estados Unidos.
De acuerdo con el medio, los productos agrícolas y ganaderos pueden tener gusanos de moscas o larvas e infecciones como la peste porcina entre otras enfermedades, lo cual podría afectar la producción de alimentos del país, incluso provocar una crisis alimentaria y económica.
“Nosotros estamos acá como trabajadores de primera línea, para proteger la agricultura de los Estados Unidos contra insectos y enfermedades que pueden causar daño a la economía», dijo Alcarraz al medio neoyorquino sobre el riesgo de ingresar ciertos tipos de alimento a territorio estadounidense.
Según datos de la agencia citados por el medio, cada mes se encuentran aproximadamente 800 plagas infecciosas, se confiscan más de 6,800 libras de plantas y 2,000 productos de carne, los cuales son «destruidos o quemados».
Productos como plantas, flores, frutas, vegetales, carnes, embutidos, nueces, semillas, granos, entre otros, están prohibido para los viajeros internacionales, a quienes sí se le permiten ingresar bebidas procesadas, galletas, queso, arena de playa y dulces.
Ante la gran variedad de productos que no son permitidos y otros que sí, lo que varía por el lugar desde donde viene el pasajero, la agente de Aduanas recomienda a los viajeros declarar todo lo que tiene en su equipaje y durante la inspección se determinará que puede ingresar y que no.
“Entonces lo mejor que uno puede hacer como un pasajero es declarar todo lo que tiene y nosotros hacemos la inspección y le podemos decir si es o no es prohibido», dijo Alcarraz.
Las personas que no cumplen con las reglas corren el riesgo de pagar 300 dólares en una primera ocasión y una segunda multa de 500 dólares, incluso pueden ir a la cárcel, dependiendo del caso.
“Yo no sabía. Ahora, para la próxima vez, ya no más», dijo Castillo recogiendo sus cosas y arreglando su equipaje tras ser notificado de la multa que tenía que pagar.
La Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza dispone de unos 1,500 empleados para inspeccionar y proteger a la nación en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy.