Presidente de Casa Brugal dice comerciantes de bebidas adulteradas merecen el repudio de la sociedad y todo el peso de la Ley

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El presidente de la empresa de productores de rones “Casa Brugal”, Augusto Ramírez Bonó, expresó este martes su “indignación” por las muertes en el país tras el consumo de bebidas alcohólicas adulteradas y falsificadas y dijo que los comerciales de dichas bebidas, merecen el repudio de la sociedad y todo el peso de la Ley, porque además de atentar contra la vida, también están intentando agredir nuestra dignidad y nuestra reputación como país frente al mundo.

“Aunque los que adulteran bebidas alcohólicas nos afectan de diferentes formas, lo más grave es la gran tragedia humana que han provocado. Es difícil asimilar que haya gente capaz de sacrificar vidas para hacer dinero”, expresó el empresario.

Aseguró que los que incurren en esas practicas son criminales y que están intentado dañar a una industria emblemática que ha producido una marca país por más de cien años, a distribuidores y comerciantes que han servido a los dominicanos de manera confiable y honesta por décadas.

Ramírez Bonó dijo que lo que es peor aún poner en riesgo la vida de los consumidores, que siempre han podido elegir y disfrutar con seguridad lo mejor.

“Soy hijo de un médico de pueblo y de una mujer que, como la mayoría de las madres dominicanas, siempre ha sido el centro de su familia. Crecí en un hogar donde se trabajaba sin descanso por el bienestar y la felicidad de la gente que nos rodeaba”, dijo en su mensaje, que colgó la empresa en sus plataformas digitales.

“Apoyamos las enérgicas y firmes acciones del Gobierno dominicano para erradicar de una vez por todas la criminal fabricación y comercialización de bebidas tóxicas y peligrosas y que tanto dolor están llevando a nuestras familias. Hoy no solo les hablo como presidente de Casa Brugal, sino también como un dominicano orgulloso de que nuestros rones nos representen en todo el mundo, sean parte esencial de nuestra cultura y hagan un importante aporte a nuestra vida social y económica”, destacó.


Afirmó que para proteger a nuestra gente, a nuestros valores, a nuestra cultura y a nuestra identidad, se necesita de todos los dominicanos buenos y comprometidos con su país.


“En muchas cosas podríamos no estar de acuerdo, pero todos coincidimos en que hoy más que nunca el mundo debe saber que somos un pueblo honesto, confiable y, sobre todo, responsable. Somos así, porque somos de aquí. Somos auténticos y genuinos. ¡Y eso nadie lo puede adulterar!”, concluyó.