República Dominicana denuncia “montaje” para perjudicar su industria turística

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SANTO DOMINGO.- El Gobierno dominicano aseguró este lunes que la estadounidense Leyla Ann Cox falleció el pasado 10 de junio por problemas cardíacos y denunció “un montaje” para perjudicar los servicios turísticos del país relacionado con las recientes muertes de otros turistas.

El ministro de Salud Pública dominicano, Rafael Sánchez Cárdenas, dijo en rueda de prensa que el fallecimiento de Cox fue debido a su condición “premórbida”, ya que sufría de cardiomegalia (corazón grande), era hipertensa y había sufrido varios infartos.

“Hay un manejo comunicacional perverso, particularmente de la (cadena estadounidense) Fox Internacional (…) es claro que todo es un montaje, se está haciendo con intención maliciosa para perjudicar los servicios turísticos que ofrece el país”, dijo el funcionario.

Afirmó que en cuanto al caso de Cox al Ministerio de Salud local solo le faltan los informes toxicológicos sobre su fallecimiento, pero que las autoridades sanitarias han actuado con “responsabilidad” y que no van a seguir permitiendo “la difusión falsa” a nivel internacional sobre esta y otras muertes de turistas recientemente ocurridas en el país.

No hay evidencias de sustancias nocivas

En ese sentido, dijo que desde el punto de vista epidemiológico, no hay evidencias de sustancias nocivas en la alimentación (servida a los turistas), pero aseguró que siguen trabajando con los actores del sector y no hay nada que “temer” en el turismo dominicano, ya que esos decesos se produjeron a causa de las condiciones mórbidas de esos turistas.

 

Cox, de 53 años, viajó a la República Dominicana el 5 de junio y tenía previsto regresar a Estados Unidos el 12, pero falleció repentinamente dos días antes, de acuerdo con declaraciones ofrecidas por su hijo William Cox a medios estadounidenses y reproducidas por medios locales.

Antes de ese caso, la médico terapeuta estadounidense Miranda Lynn Schaup Werner, de 41 años, murió el 25 de mayo pasado en un hotel en la carretera que une a las provincias San Pedro de Macorís y La Romana, en el este del país.

El informe preliminar de la autopsia dado a conocer por la Procuraduría General de la República establece, entre otras cosas, que presentó cardiomegalia de 380 gramos, hemorragias petequiales en epicardio, fibrosis endocardica, cambios grasos en endocardio y congestión pasiva crónica de hígado.

En tanto, los también estadounidenses Nathaniel Edward Holmes, de 63 años, y Cynthia Ann Day, de 49, murieron el 30 de mayo en otro hotel de la zona.

Hotel Hard Rock Punta Cana emite comunicado

Este lunes, el hotel Hard Rock Punta Cana emitió un comunicado en el que aseguró que las autopsias de dos turistas alojados en esa instalación, quienes murieron en 2018 y 2019, no arrojaron circunstancias sospechosas en sus decesos.

Se trata de las muertes de David Joseph Harrison, de 45 años, y Robert Bell Wallace, de 67, agregó la información.

Conforme a la autopsia del 15 de julio de 2018, realizada en el Instituto Nacional de Patología Forense, al cuerpo de Harrison, su deceso se produjo a causa de una arterosclerosis grado IV de las arterias coronarias, con infarto en la pared posterior del ventrículo izquierdo, edema pulmonar e insuficiencia respiratoria como mecanismo terminal.

Indica que el extranjero, fue asistido por el personal médico del Hard Rock Hotel, donde estaba hospedado, al presentar dolor torácico con varias horas de evolución. Que posteriormente fue trasladado a la emergencia del Centro Médico Hospiten, en Bávaro, donde murió, el 14 de julio de 2018.

En torno a Wallace, el hotel precisó que falleció a causa de un shock séptico, neumonía aguda y fallo multiorgánico.

El reporte refiere que Beber Lynn Ticknoff, esposa de Wallace, informó que su esposo había presentado dificultad respiratoria, dolor de la espalda baja de fuerte intensidad luego de realizar un esfuerzo físico de dos días de evolución.

Tras recibir atenciones en el complejo hotelero, también fue trasladado al Centro Médico Hospiten donde falleció.