Los centros de salud y cívico de Zabalgana se alían por el bienestar del barrio

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Los centros de salud y cívico de Zabalgana se alían por el bienestar del barrioJorge Muñoz

La solución a numerosos temas de salud se encuentra, aunque resulte paradójico, fuera del propio sistema sanitario. En llevar unas pautas correctas de alimentación, en compartir un paseo o una actividad física guiada, en la compañía de otras personas… en definitiva, en esas redes que se van tejiendo en los barrios gracias a la implicación de sus distintos agentes, entre los que el centro cívico tiene una importancia capital. 

“Muchos de los problemas que vemos son más de tipo sociosanitario y tienen respuesta en los espacios comunitarios”, contextualiza Maxi Gutiérrez, médico de familia y responsable del centro de salud de Zabalgana. Claro que el papel que profesionales como Gutiérrez pueden jugar para movilizar a este perfil de paciente suele resultar clave. 

Nerea Salazar, Estibaliz Gómez y Maxi Gutiérrez, en el centro de salud de Zabalgana.

Iniciativa pionera

Fue el punto de partida de una pionera iniciativa surgida en Gasteiz, de la colaboración entre la unidad de atención primaria y el centro cívico del barrio, que hace cerca de un año unieron fuerzas para proporcionar el mayor bienestar posible a sus vecinos. Un objetivo común.

“Queremos recetar centro cívico”, le pidió Estibaliz Gómez, facultativa de familia en Zabalgana y responsable de actividades del centro de salud, a Garbiñe Mendizabal, coordinadora del centro cívico.

Corría el mes de julio de 2022 y, tras aquella llamada telefónica, los equipos directivos de ambos recursos no tardaron en ponerse manos a la obra.

Desde mayo de 2023

Aunque nacidos respectivamente en los años 2014 y 2017 y siempre concienciados con el trabajo comunitario, funcionando incluso como vasos comunicantes, el centro de salud y el centro cívico habían detectado antes de forjar esta alianza que la mayoría de los pacientes a los que se trataba de derivar del recurso sanitario al municipal “no se atrevían a ir” por distintos motivos, según apunta Mendizabal.

“Muchos de los problemas que vemos son más de tipo sociosanitario y tienen respuesta en los espacios comunitarios”

Maxi Gutiérrez
. Jefe del centro de salud de Zabalgana

Que necesitaban un acompañamiento, una escucha mucho más personalizada, muy difícil de proporcionar desde el mostrador de información del centro cívico. Esto derivó en la creación de un Punto de bienestar en la sala de encuentro del recurso municipal. 

Del otro lado, se optó por la elaboración de unasrecetas de papel, muy similares a las que antiguamente se proporcionaban en la red de Osakidetza, donde el personal del centro de salud –tanto médico como de enfermería o incluso administrativo– podría prescribir al paciente la actividad más adecuada a sus necesidades de entre el centenar largo que se ofrece en el centro cívico: de encuentro, cultural, física, de alimentación o relacionada con el bienestar emocional.

‘Receta’ utilizada en el programa.

“Es una forma de que se lleven algo físico de aquí y genera un compromiso mayor. Nos aprovechamos de que nos hacen caso”, remarca de nuevo Gutiérrez. 

Dicho y hecho. El programa se puso definitivamente en marcha en mayo de 2023 y, hasta la fecha, 40 personas han acudido al centro cívico de Zabalgana, receta en mano, para ser recibidos por su personal en el Punto de bienestar, que abre de lunes a viernes de 10.30 a 13.30 horas.

El encargado de hacerlo es desde el pasado septiembre Asier Bragado, responsable de la sala de encuentro del centro. 

«Recibimiento, escucha y orientación»

“La respuesta aquí es recibimiento, escucha y orientación. Porque aparte de la problemática principal con la que vienen, suelen tener más necesidades”, apunta este joven.

“Es una ‘bomba’ poder atender a las personas así, escucharlas y acompañarlas»

Garbiñe Mendizabal
. Coordinadora del centro cívico de Zabalgana

Entre el 50 y el 60% de las personas que se han beneficiado del programa hasta la fecha son mujeres adultas, cuyas edades oscilan entre los 40 y los 60 años, que viven solas y carecen de una red de apoyo social. “Son personas que necesitan una buena alimentación, hacer ejercicio y conocer a más gente, relacionarse”, completa, desde el centro de salud de Zabalgana, Gómez. 

En muchas ocasiones ni siquiera saben de la existencia del centro cívico, o de lo que se hace entre sus paredes. “Hay pacientes diabéticos o hipertensos que necesitan esa guía; porque quieren hacer ejercicio pero no saben cómo empezar”, apunta, mientras tanto, Nerea Salazar, enfermera en el centro de salud y también responsable de sus actividades comunitarias. 

El ‘Punto de Bienestar’ se ubica en la sala de encuentro del centro cívico de Zabalgana.

Un contacto fluido

Tras esa primera toma de contacto, una bienvenida donde la cercanía y el cariño siempre están presentes, Bragado orienta a las personas que se acercan al Punto de Bienestar sobre las actividades que más pueden adecuarse a sus necesidades, sus horarios y días de realización. A partir de ahí llegará una segunda visita donde, de forma más pausada, las personas participantes deciden iniciar una u otra actividad. Todas son también invitadas después para compartir su experiencia.    

El centro cívico ha puesto en marcha distintas iniciativas puntuales derivadas de las necesidades detectadas en el programa. Cursos cortos, de alrededor de cinco sesiones, que sirven también de enganche a las personas que acuden al recurso con su receta. Entre otros, uno de gestión emocional, uno de alimentación y otro de marcha nórdica.

Con cerca de 30.000 vecinos y alrededor de 27.000 Tarjetas Individuales Sanitarias (TIS) en su centro de salud, Zabalgana es desde hace unos pocos años el barrio más poblado de Gasteiz y, ahora, también el primero en contar con la colaboración estrecha de su ambulatorio y su centro cívico en beneficio de la salud de su vecindario. Pero ya no va a ser el único. 

Según avanza en conversación con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Garbiñe Mendizabal, coordinadora del centro cívico de Zabalgana y una de las grandes responsables del éxito de este programa, el tercer distrito más poblado de la ciudad, Salburua, será el segundo en poner en marcha esta pionera iniciativa. Lo va a hacer, además, muy pronto.

En concreto, el recurso ubicado en la Avenida de Praga abrirá su Punto de Bienestar, a imagen y semejanza del que ya existe en la sala de encuentro de Zabalgana, el próximo mes de marzo. El personal del centro de salud, lógicamente, ya ha aceptado el reto para ponerse manos a la obra. La experiencia volverá a desplegarse, en definitiva, en el otro gran nuevo barrio de la ciudad, que tiene un perfil poblacional similar al de Zabalgana y suma ya más de 20.000 vecinos, todavía lejos de Lakua-Arriaga, el segundo más poblado. El buen recorrido del programa en el barrio del oeste ha sido igualmente decisivo para que vaya a trasladarse también al del este. 

“Esto está cogiendo fuerza y visibilidad”, celebra Asier Bragado, responsable de la sala de encuentro de Zabalgana y de su Punto de Bienestar. “Es una bomba poder atender a las personas así, escucharlas y acompañarlas. Están agradecidas y es muy gratificante”, celebra, mientras tanto, Mendizabal. 

Desde la vertiente sanitaria, la que representan los profesionales del centro de salud de Zabalgana, también satisfacción por su buena dinámica. “Hemos tenido un agradecimiento por parte de la gente, porque todavía la hay que no controla lo que es el centro cívico ni lo que se hace ahí”, apunta Maxi Gutiérrez, jefe de la unidad de atención primaria. “Aunque hacemos promoción de la salud o de los buenos hábitos, el verdadero centro de salud es casi más el centro cívico”, apunta, mientras tanto, Estibaliz Gómez, médica de familia en Zabalgana y responsable de sus actividades comunitarias. Tanto es así que, según recuerda la enfermera Nerea Salazar, “no hace falta pasar por aquí para ir al centro cívico”, pese a que para muchas personas sea la única forma de llegar. 



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