Las grandes empresas de todo el globo han cambiado su hoja de ruta de cara al negocio para los próximos años. Según el informe «CEO Outlook 2020: COVID-19», la crisis sanitaria ha impulsado el proceso de digitalización de las empresas ya que un 80% de los consejeros delegados consultados por KPMG asegura que la transformación de su modelo operativo se ha acelerado a raíz de la pandemia. Eso sí para el 33% de los encuestados el principal obstáculo para acelerar su proceso de digitalización es la incertidumbre sobre los escenarios operativos en los que se desarrollará su actividad en el futuro.
Un 50% considera que la compañía que comanda se sitúa meses por delante de lo esperado y otro 30% apunta que actualmente se encuentran años por delante de lo que esperaban antes de la pandemia. El presidente de KPMG en España, Hilario Albarracín, afirma que «en un escenario de incertidumbre, los CEO están adoptando las medidas necesarias para que sus compañías generen confianza. En este proceso, la transformación digital ha adquirido un papel protagonista, ya que permite fortalecer la capacidad de respuesta de la empresa ante eventos disruptivos, garantizando el mantenimiento de la actividad y el flujo de comunicación con los grupos de interés».
El informe está basado en dos encuestas realizadas a consejeros delegados de empresas de todo el mundo con una facturación superior a 500 millones de dólares, antes y después de la pandemia. La primera, que se llevó a cabo entre enero y febrero, contó con la participación de 1.300 consejeros delegados de 11 mercados (Alemania, Australia, Canadá, China, España, Estados Unidos, Francia, India, Italia, Japón y Reino Unido. La segunda se desarrolló entre julio y primeros de agosto y a ella respondieron 315 consejeros delegados de ocho mercados (Australia, Canadá, China, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido).
Al ser preguntados en esta última tanda, con la economía aún recomponiéndose tras las medidas de confinamiento aprobadas en numerosos países, un 32% de los directivos redujeron sus expectativas de crecimiento para la economía global a largo plazo en comparación con las que tenían a principios de año, mientras que un 37% las han mantenido igual. Sorprende que cuando se les pregunta por las expectativas de sus empresas el 67% se muestran mucho más optimista que en el anterior sondeo mientras que un 17% lo ve igual.
Entre las novedades que ha dejado la crisis de la Covid-19 aparece también en lugar destacado el aumento de la preocupación de los máximos ejecutivos por los riesgos en la gestión del talento, que escala hasta el principal riesgo y genera incertidumbre en el 21% de los encuestados, frente al 1% de principios de este año. Le sigue en el orden de áreas que les preocupan los riesgos de la cadena de suministro, mencionado por un 18% frente al 2% de enero y febrero, y la vuelta al proteccionismo, que ha bajado al tercer puesto desde el segundo que ocupaba en el anterior sondeo.
En cuanto al propósito de las empresas, el 77% de los CEO señala que les ha ayudado a definir las acciones que debían emprender para satisfacer las necesidades de sus grupos de interés durante la pandemia (empleados, comunidades, clientes, socios e inversores) mientras que el 79% se siente más vinculado a su propósito que antes de la crisis. De hecho, el 79% de los consejeros delegados ha redefinido el propósito de su empresa a raíz de la pandemia con el fin de atender mejor las necesidades de sus grupos de interés. Llama la atención además que el 39% de los encuestados declara que su salud o la de alguno de sus familiares se ha visto afectada por la Covid-19.