Huawei, el mayor fabricante mundial de equipos de telecomunicaciones, firmó este miércoles un acuerdo con la firma rusa de telecomunicaciones MTS para desarrollar la tecnología 5G en Rusia.
Ambas compañías desarrollarán redes 5G de próxima generación en ese país durante el próximo año.
El acuerdo se alcanzó coincidiendo con la visita de tres días que el presidente de China, Xi Jinping, está llevando a cabo estos días en Rusia.
Esta alianza contrasta con el veto impuesto por varios países, liderados por Estados Unidos, a Huawei, alegando que supone un riesgo para la seguridad nacional y con la orden ejecutiva del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que restringe la capacidad de la empresa china de comerciar con empresas del país norteamericano.
De hecho, la decisión de EE.UU. ya está repercutiendo en el sector tecnológico.
Google, Qualcom, Broadcom, Intel y Panasonic son algunas de las compañías que le han dado la espalda a Huawei ante el temor de sanciones por parte de Estados Unidos.
El acuerdo supondrá “el desarrollo de tecnologías 5G y el lanzamiento piloto de redes de quinta generación en 2019 y 2020”, dijo la operadora MTS en un comunicado recogido por AFP.
El comercio entre China y Rusia alcanzó un record el año pasado al superar los US$100.000 millones.
Es probable que el acuerdo brinde cierto alivio al gigante tecnológico chino, que ha estado bajo un intenso escrutinio internacional en los últimos meses.
¿Por qué esa controversia con Huawei?
Huawei se ha convertido en una parte central de una disputa entre Estados Unidos y China que comenzó en el terreno comercial y se ha pasado ahora al sector de la tecnología.
EE.UU. ha alentado a sus aliados a bloquear a Huawei en los planes de desarrollo de las redes 5G, diciendo que el gobierno chino podría usarlas para espiar.
Huawei rechaza estas afirmaciones y sostiene que es una empresa independiente.
Sin embargo, algunos países, incluidos Australia y Nueva Zelanda, han impedido al gigante chino suministrar equipos para redes móviles 5G.
Los esfuerzos de Washington para bloquear a Huawei se intensificaron el mes pasado cuando la administración de Trump añadió a Huawei a una lista de empresas con las cuales las compañías estadounidenses no pueden comerciar a menos de que tengan una licencia.
Tras la orden ejecutiva de Trump, Google anunció que impedirá a Huawei el uso de algunas actualizaciones dentro del sistema operativo Android.
La decisión estadounidense de colocar en la lista negra de Huawei podría tener consecuencias de gran alcance.
“La medida de EE.UU. contra Huawei marca un momento decisivo y una muy significativa escalada en las tensiones” bilaterales, señaló Michael Hirson, director de Asia del Eurasia Group.
Para empezar perjudicará a Huawei, que también es el segundo fabricante de teléfonos inteligentes más grande del mundo, ya que la mitad de los chips que usa provienen de fabricantes estadounidenses.
Además, las compañías estadounidenses podrían perder un cliente clave y el desarrollo de 5G podría retrasarse dado que Huawei es un importante actor para su desarrollo, dicen los analistas.
Los movimientos de Washington contra Huawei son vistos por algunos como parte de una estrategia más amplia para frenar la creciente importancia de China en el mundo.
China y Estados Unidos también han estado librando una guerra comercial desde el año pasado, imponiendo aranceles por valor de miles de millones de dólares a las importaciones del otro en una escalada que no ha dejado de intensificarse.