El momento exacto de mayor separación se producirá a las 22.11 GMT del 4 de julio (00.11 del 5 de julio en Madrid), cuando la Tierra y el Sol se encontrarán a 152.104.285 kilómetros, informa Earth Sky.
De acuerdo con la segunda ley de Kepler, esta distancia se traduce además en la menor velocidad orbital de traslación, con 103.536 kilómetros por hora, más de 7.000 kilómetros por hora más lento que en el perihelio, registrado el pasado 3 de enero.
Esto ocurre porque en su desplazamiento alrededor del Sol, la Tierra no lleva una trayectoria circular perfecta sino elíptica. El contrapunto es el perihelio –la menor separación del Sol–, y este año se produjo el 4 de enero. La diferencia con el perihelio es de unos 5 millones de kilómetros.
Kepler se dió cuenta de que la línea que conecta a los planetas y al Sol abarca igual área en igual lapso de tiempo. Esto significa que cuando los planetas están cerca del Sol en su órbita, se mueven más rápidamente que cuando están más lejos. Así, la velocidad orbital de un planeta será menor a mayor distancia del Sol, y a distancias menores la velocidad orbital será mayor.
Que la Tierra esté más lejos del Sol en pleno verano no tiene, pues, nada que ver con el calor estacional en el hemisferio Norte o el invierno en el Hemisferio Sur. Es el mayor número de horas de Sol, debido a la inclinación del eje terrestre, el que rige la subida o bajada estacional de las temperaturas.