Los 137 países que negocian bajo el paraguas de la OCDE fracasaron en llegar a un acuerdo sobre un impuesto a las grandes empresas del sector digital antes de finales de 2020, el plazo que les había fijado el G20, lo que podría provocar una proliferación de iniciativas unilaterales.
“El vaso está mitad lleno: el paquete está casi listo pero falta un acuerdo político”, reconoció este lunes Pascal Saint-Amans, responsable de política fiscal de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
“El covid provocó un retraso pero estamos casi y hay una voluntad de concluir rápidamente”, agregó, precisando que el proceso lanzado en 2o13 podría dar lugar a un compromiso “durante 2021”.
El responsable se refirió en particular al bloqueo de Estados Unidos, país del que han surgido la mayoría de los gigantes del sector digital.
Ante la ausencia de un acuerdo en tiempo y forma, los países adoptaron un documento para definir el marco global de esta reforma que debe establecer nuevas reglas para que “las grandes empresas rentables que ejerzan una actividad internacional paguen su justa parte de impuestos en la jurisdicción en la que obtienen ganancias”, según la OCDE.
El documento prevé una tasa mínima mundial de imposición que podría ser del 12,5%.
Esta hoja de ruta será presentada el miércoles a los ministros de Finanzas de los países del G20, que había otorgado mandato en 2018 a la OCDE para reformar un sistema fiscal internacional caduco tras el surgimiento de los GAFA (acrónimo para referirse a Google, Amazon, Facebook y Apple) y otras grandes empresas digitales.
– “Impaciencia” –
Estas empresas son criticadas de manera regular por recurrir a sistemas de optimización a menudo legales que les permiten reducir fuertemente su carga fiscal, aprovechando las diferencias de imposición entre países.
Además de la crisis mundial a raíz de la pandemia de COVID-19, las negociaciones se retrasaron por la decisión de Estados Unidos en junio de suspender su participación en las discusiones hasta la elección presidencial del 3 de noviembre, según Pascal Saint-Amans.
Frente a estos obstáculos, el responsable de fiscalidad de la OCDE reconoce que la partida se encuentra lejos de estar ganada.
“A pesar de las circunstancias excepcionales, hay mucha susceptibilidad e impaciencia, y la tentación de tomar medidas unilaterales frente a una medida que tomará años en ser aplicada”, advirtió.
Francia ya fue la primera al adoptar en julio de 2019 un impuesto a los gigantes del sector digital. Ante las amenazas de represalias estadounidenses, el gobierno francés decidió suspender la aplicación, pero advirtió que sin acuerdo internacional antes de fin de año, volverá a ponerla en vigor.
En septiembre, el ministro francés de Economía Bruno Le Maire aseguró que habría “una solución europea” en 2021 sobre ese impuesto si las negociaciones internacionales bajo el paraguas de la OCDE se seguían demorando.