A 11 años de la muerte de Jenni Rivera: estas son preguntas que permanecen sin respuesta

Jenni Rivera, la ‘Diva de la Banda’, murió el 9 de diciembre de 2012 cuando el avión privado en el que viajaba a la ciudad de Toluca, capital del Estado de México, se estrelló en un municipio serrano del norteño estado de Nuevo León, apenas 15 minutos después de despegar.

Arturo Rivera, el publicista de la cantante; Jacobo Yebale, maquillista; Jorge Armando Sánchez, estilista; Mario Macías Pacheco, abogado; el piloto Alessandro Torres Álvarez y el copiloto Miguel Pérez Soto fallecieron junto a Rivera en el accidente.

A 11 años del trágico accidente, una serie de incógnitas permanecen abiertas sobre el caso que las autoridades mexicanas cerraron en 2014 sin que hubieran resultados concluyentes y sin determinar la causa exacta del accidente.

Entre las preguntas que permanecen abiertas en el caso de la muerte de la cantante y sus colaboradores se encuentran varias súmamente relevantes como ¿cuál es la relación del empresario mexicano dueño de la compañía que le rentó el Learjet 25 a Rivera en esta historia, y quien actualmente se encuentra desaparecido? Y si la empresa , liquidó o no los $70 millones que una juez de California ordenó como indemnización en 2016 a las familias de todos los ocupantes.

Otra incógnita que han quedado velada es si después de más de una década de ocurrido el trágico suceso ¿se le pagó o no a la familia de las víctimas por la indemnización que les correspondía por parte de la empresa de la familia Rivera?

Conocido como ‘Ed Núñez’, Eduardo Christian Esquino Núñez, es el dueño de Starwood Management LLC, la empresa que rentó el Learjet 25 con matrícula N345MC, el cual tenía 43 años de antigüedad, los mismos que Jenni Rivera, al momento de despegar aquel 9 de diciembre de 2012.

En 2005, según informó la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos, ese avión había sufrido un grave percance en el Aeropuerto de la ciudad de Amarillo en el estado de Texas. No obstante, el certificado aeronáutico del avión, expedido el 6 de mayo de 2012, indicaba que la aeronave era apta para volar en diciembre de 2012 cuando lo abordó Jenni Rivera.

Unos días después de que se desplomara la aeronave se dio a conocer que Esquino Núñez era su dueño. Además, la prensa mexicana se encargó de recordar que el empresario mexicano había sido el responsable de acordar la renta de uno de sus aviones al hijo del exdictador libio Muammar Gadafi para esconderse en México.

Más de una década después, el pasado mes de agosto de 2023, el periódico mexicano Milenio dio a conocer que ‘Ed Núñez’ rentaba avionetas a cárteles mexicanos, como el Cartel Jalisco Nueva Generación, y que la misma DEA tiene en la mira al empresario mexicano desde los años 80 «por mantener nexos con organizaciones criminales para el trasiego de drogas a EEUU».

Milenio señaló que Esquino Núñez cuenta con dos sentencias cumplidas encima por tráfico de drogas y lavado de dinero. Desde “2020 se identificó que, a través de operadores, familiares y amigos, encabezaba a varias empresas que vendían y arrendaban avionetas registradas en Estados Unidos a cárteles, los cuales tenían más éxito al momento de enviar sus cargamentos gracias a que las aeronaves con registro estadunidense tienen medidas menos restrictivas en el aire”.

El diario mexicano señaló que también se le vincula con el transporte y lavado de efectivo en aeronaves, en al menos 75 casos diferentes.

“En 1991, Esquino fue condenado por distribución de cocaína, y en 2004 por fraude referente al registro de aeronaves estadunidenses, pero cumplió su sentencia y fue deportado a México. Se desconoce en dónde se encuentra actualmente, aunque es prófugo de la justicia ya que se le acusa de otro cargo criminal”, mencionó Milenio.

Eduardo Christian Esquino Núñez se encuentra actualmente prófugo.

En 2026, una jueza del Tribunal Superior de Los Angeles responsabilizó a la empresa Starwood Management LLC, de Esquino Núñez del accidente y por no responder a una demanda por lo que la sentenció a pagar una indemnización de $70 millones a los colaboradores de Rivera que viajaban con ella.

La orden judicial hizo responsable a Starwood Management LLC por la muerte del publicista Arturo Rivera, del maquillista Jacobo Yebale, del estilista Jorge Armando Sánchez Vásquez, y del abogado Mario Macías Pacheco, a cuyos familiares se tenían que repartir los $70 millones.

Los dueños de la aeronave no acudieron a las audiencias judiciales que debían llevarse a cabo en un tribunal de Los Ángeles por la demanda que se presentó tras el accidente.

Del pago que debería realizar la empresa de Esquino Núñez, con sede en Estados Unidos, no se tuvo nunca noticia de si se realizó o no.

En enero de 2022, a punto de cumplirse 10 años de los hechos, familiares de dos colaboradores de Rivera y víctimas del accidente aseguraron que no habían recibido “absolutamente nada” de parte de la familia Rivera.

“Los Rivera han ignorado a todas las familias del equipo de Jenni, y que hacía posible todo lo que era ella artísticamente”, dijo Cristina Sánchez, hermana del estilista Jorge Armando Sánchez Vásquez, conocido como Gigi, a la revista mexicana de farándula TVyNovelas.

Según Sánchez, ella y otros familiares de los difuntos colaboradores pidieron a Rosie Rivera que les diera una compensación, pero la ex directora ejecutiva de Jenni Rivera Enterprises nunca les entregó nada.

Otra familiar de una víctima, Alba Cristian, viuda del abogado de Rivera, pidió específicamente una “liquidación”.

“(Rosie) es muy grosera, nunca quiso hablar con nosotros … Nunca nos ayudó, les valimos, nunca nos dieron una liquidación”, comentó.

Familiares de los pasajeros que murieron con la ‘Diva de la Banda’ demandaron hace 10 años, en 2013, a Jenni Rivera Enterprises y tres empresas propietarias y expropietarias de la aeronave siniestrada, por presunta negligencia, una de ellas Starwood Management LLC, otra Garmin International y Bombardier, fabricante del avión, quienes llegaron a un acuerdo en 2016.

En enero de 2022, el abogado de los querellantes, Vance Owen, mencionó que «causa muchas dudas el porqué Jenni Rivera escogería esta carcacha aérea», el Learjet. «La diferencia entre Rivera y nuestros clientes que es que ellos no escogieron el avión», mencionó.