¿La cuarentena afecta nuestra piel? Tips de belleza y tratamiento para combatir efectos del confinamiento

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El estrés, la modificación de la dieta y la restricción de movimiento se vio también reflejado en nuestro órgano más grande, la piel

Parece que se ha marcado un nuevo cambio en la historia mundial y dependiendo en dónde vivamos podremos ir saliendo poco a poco con todas las medidas necesarias de precaución. Evidentemente nada es igual a lo que dejamos hace ya más de 100 días. Nuestra vida dio un giro de 360 grados y también este encierro ocasionó estragos en nuestro cuerpo.

El estrés, la modificación de la dieta y la restricción de movimiento durante la cuarentena puso a prueba a todos y específicamente se vio reflejado en nuestro órgano más grande, la piel. Aunque nuestra rutina de cuidado de piel en la cuarentena no cambió, y sigamos limpiándonos a profundidad, aplicándonos las mismas cremas, nuestro estado de ánimo pasó factura en tiempo de incertidumbre en los que atravesamos una pandemia como el coronavirus. Y el día de hoy vamos a hablar un poco de las consecuencias o cambios físicos que se notaron en nuestra piel.

Muy pocas personas vieron mejorar su cutis ya que vivieron la cuarentena de una forma relajada, aprovecharon para mantener buenos hábitos y no se expusieron a los factores externos que producen que nuestra piel envejezca: como el sol, la luz ultravioleta y la falta de hidratación.

Pero lamentablemente la gran mayoría se encuentra en el otro extremo. Gran parte de la población mundial presentó esta nueva situación con nerviosismo, estrés, tristeza y ansiedad.

Pero no sólo las manos sufrieron las consecuencias de la cuarentena por uso de exceso de geles desinfectantes. Nuestra piel envejeció un poco más rápido y se volvió apagada. También el pelo en tiempos de ansiedad y en los que aumenta el cortisol, la hormona del estrés, hace que también se adelantara la pérdida de éste mismo. Ya que nuestras emociones encuentran un escape a través de nuestro pelo.

Alopecia

Empecemos a hablar un poco sobre la pérdida de pelo que algunos ya estamos viviendo y otros apenas comienzan. Ya que la caída de pelo por estrés aparece a los dos o tres meses después de un pico de nervios.

El folículo piloso está a unos 4 milímetros bajo la piel y se trata de unas células súper activas que están reproduciéndose todo el tiempo. Existen 3 fases en las cuales se encuentra el pelo: Fase de crecimiento o anágena, de transición o catágena y de reposo o telógeno.

Los folículos pilosos son muy susceptibles a dañarse y sabemos que cuando existe una situación de cambio, que en este caso fue el estrés afecta en su crecimiento o aumenta la caída. Por lo que nos enfrentamos a una caída temporal y que no debe preocuparnos.

Efectivamente, la alopecia nerviosa es una caída temporal muy aguda que suele durar unos meses y, una vez superado el problema de ansiedad, el cabello vuelve a nacer. Esto ocurre siempre que no se tenga una enfermedad autoinmune de base (alopecia areata), en tal caso habría que utilizar algunos productos tópicos para que el pelo vuelva a salir.

La mayoría esta presentando efluvio telógeno o alopecia nerviosa, que se aumenta la etapa de reposo.  Esa caída se caracteriza porque notarás mayor cantidad de pelo en la almohada, en el cepillo, en la regadera, y durará unos 2-3 meses. Se distingue de otro tipo de alopecia porque no se ven placas ni zonas son calvas completamente… Simplemente notas menos densidad en todo tu pelo, pero no en una zona especifica.

Recomiendo tomar adaptógenos del estrés como Ashwanda, Maca, Ginseng para mejorar la adaptación del estrés que recibe tu cuerpo y así comienza el crecimiento de tu pelo nuevamente.

Dermatitis en tus manos

La dermatitis irritativa de manos es, sin duda, la patología dermatológica que más se está viendo, desde que el mundo se declaró en pandemia.

El agua desgasta muchas cosas y también desgasta la piel produciendo sequedad, descamación, eccemas e incluso fisuras y grietas dolorosas que resultan muy incapacitantes para desempeñar nuestras actividades del día a día.

Como en estos momentos no podemos limitar el lavado de manos, deberíamos utilizar jabones mucho mas oleosos para que aumente la grasa en nuestra piel y no se dañen tanto. También es importante limitar el uso de geles hidro-alcohólicos a momentos puntuales en los que no tengamos donde lavarnos las manos y aplicar crema hidratante varias veces al día. 

Lo mejor sería si pueden encontrar geles antibacteriales con glicerina y aloe vera en sus ingredientes. Ya que ayudará mucho, porque tiene propiedades calmantes.

Envejecimiento prematuro

El confinamiento está poniendo a prueba nuestra piel y durante este tiempo de cuarentena en casa aparecen nuevos factores nocivos para nuestro cutis. Una de las principales es la falta de vitamina D, el exceso directo a la luz azul y por ultimo el estrés.  

El sol es indispensable para la vida y, por tanto, también para el organismo humano. Todos necesitamos que el sol incida sobre nuestra piel, entre otras razones porque es la principal fuente de vitamina D, necesaria para varios procesos esenciales que hace tu cuerpo día a día.

El aislamiento impide en muchos casos poder disfrutar del sol u obtener las cantidades necesarias que antes teníamos. La falta de sol hace que nuestra piel presente un cutis de aspecto verdoso. Te recomiendo exponer la piel obvia con protector, al menos 15 minutos al día. En caso de que sea imposible será necesario suplementarte con vitamina D para que tu cuerpo no se vea afectado.

También algo que nos está afectando muchísimo es con esta nueva modalidad del “Home Office” ha hecho que pasemos varias horas enfrente de la pantalla, leyendo noticias o trabajando.

Esta sobreexposición puede acelerar el envejecimiento prematuro ya que promueve el estrés oxidativo en nuestras células. Además, nuestro cuerpo crea mecanismo de protección y desencadenar problemas de pigmentación ya que el cuerpo produce más melanina para protegerse.

Dada la situación y que no se puede reducir la cantidad de horas enfrente a una pantalla. Es importante que debemos aplicar protector solar para protegernos de los rayos UVA, UVB y la luz azul.