El banco JPMorgan Chase está ultimando un acuerdo con las autoridades de Estados Unidos por el que pagará casi mil millones de dólares para resolver investigaciones federales sobre una supuesta manipulación de mercados de futuros de metales y de valores del Tesoro.
Según The Wall Street Journal, la entidad aceptará abonar esa cantidad para poner fin a varias pesquisas civiles y penales, pero el acuerdo no le impondrá ninguna restricción en sus operaciones.
Las investigaciones se centran en una práctica conocida en los círculos financieros como ‘spoofing’, que consiste en el envío de órdenes engañosas a operadores, con grandes pedidos que se cancelan rápidamente pero que dan la impresión de mover la oferta y la demanda en los mercados. Así, se consigue que otros compren o vendan valores a los precios que interesan a quien está detrás de esa jugada.
La sanción sería la mayor registrada hasta ahora por este tipo de prácticas, que se prohibieron tras la crisis financiera de 2008.
Hace un año, tres empleados de la unidad de metales de JPMorgan Chase fueron arrestados y acusados en el marco de estas investigaciones, con cargos que incluían crimen organizado, algo poco habitual en este tipo de asuntos.
Según los fiscales, éstos habían logrado ganar millones de dólares y hacer sufrir a otros pérdidas de decenas de millones.
Posteriormente, las autoridades estadounidenses imputaron también a otra persona que trabajaba para JPMorgan Chase con fondos de cobertura.
Tras ello, JPMorgan -el mayor banco de Estados Unidos- señaló en varias ocasiones que estaba cooperando con las investigaciones.