El cardiólogo Pedro Ureña denunció y narró hoy en el programa El Sol de la Mañana lo ocurrido este sábado cuando junto a sus amigos fue encerrado por al menos 100 personas de nacionalidad haitiana con machetes, punzones y hachas y despojado de sus motores y pertenencias.
“Nosotros estábamos haciendo turismo interno, algo que hacemos frecuentemente”, narra Ureña. “Estábamos saliendo de Bahía de las Águilas y nos orillamos por la carretera internacional (cerca de Pedernales), aproximadamente a 25 kilómetros de Restauración cuando apareció una turba de más de 100 personas”, explica.
El doctor narró que fueron rodeados rápidamente y que les retiraron todos sus celulares, billeteras dinero y motores. “Nos pusieron básicamente en un círculo donde estaban también otros dominicanos”, explicó. Además, dijo que los dominicanos les dijeron que no se quitaran los cascos ni hablaran. El médico describió que había jóvenes de la turba que estaban exaltados y actuando de manera violenta.
Ureña contó que pudieron salir luego de dos horas y media porque los compatriotas les explicaron a los supuestos secuestradores que ellos eran americanos. Y que, de esa manera, sin entregar dinero, les fueron devueltos sus motores.
“Lo que más me molestó fue que había dos militares con M-16 parados. Y les preguntamos: ¿ustedes no pueden hacer nada? Y respondieron que no podían intervenir”, narró el doctor. “O sea en mi país, nosotros somos atacados por una turba de extranjeros, y el Ejército Dominicano que está supuesto a defendernos lo que nos dice es que no pueden interferir”, expresó con indignación Ureña.
El profesional de la medicina dijo que al llegar a Restauración se enteró de que la situación se había dado porque en Dajabón fue retenido un motor que pertenecía a un nacional haitiano, y que en represalia esos ciudadanos estaban deteniendo y secuestrando a dominicanos. Explicó que al ser entregada la moto a su dueño en Dajabón, los otros diez dominicanos fueron liberados.
“Los dominicanos que estaban ahí nos dijeron: es bueno que ustedes dejen saber esto, porque esto nosotros lo vivimos aquí a diario, aquí nadie nos protege ni nos representa”, relató el cardiólogo. “Esos infelices que estaban ahí, transportando sus vaquitas en esa carretera estuvieron ahí prácticamente el día entero”, expresó.
Vía:diariolibre.com