Cientos de personas cerca de la frontera entre Florida y Alabama fueron rescatadas de las inundaciones provocadas por el huracán Sally este miércoles. Las autoridades temen que muchas más puedan estar en peligro en los próximos días.
«Tuvimos 76 centímetros de lluvia en Pensacola —más de 76 centímetros de lluvia— que son cuatro meses de lluvia en cuatro horas», le dijo Ginny Cranor, jefa del Departamento de Bomberos de Pensacola, a Wolf Blitzer de CNN el miércoles.
El huracán Sally se debilitó desde que tocó tierra como huracán de categoría 2 el miércoles por la mañana. Pero su devastador número de daños fue visible en los estados del sur al anochecer.
Para el miércoles por la noche era una depresión tropical, según el Centro Nacional de Huracanes. Para ese entonces estaba a unos 15 kilómetros al noroeste de Troy, Alabama, y tenía vientos máximos sostenidos de 56 km/h y se movía hacia el noreste a 14 km/h.
Si bien todas las alertas y advertencias se han suspendido, Sally sigue provocando lluvias torrenciales sobre el este de Alabama y el oeste de Georgia.