Cepal sugiere mantener ayudas monetarias por seis meses

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Para enfrentar el impacto socioeconómico de la crisis económica creada por el COVID-19, la Comisión Económica para América Latina y el  Caribe (CEPAL) propone a los gobiernos de la región garantizar las transferencias monetarias temporales durante seis meses para garantizar las necesidades básicas y sostener el consumo de los hogares, lo que indica será crucial para la reactivación.

En su informe sobre el Impacto Económico en América Latina y el Caribe de la Enfermedad por Coronavirus (COVID-19), Cepal reiteró que el alcance de esas transferencias debe ser permanente, ir más allá de las personas en la pobreza y llegar a amplios estratos de la población vulnerable a caer en ella.

Explican los analistas de Cepal que esto permitiría avanzar hacia un ingreso básico universal que se implementaría gradualmente en un período definido de acuerdo con la situación de cada país.

“Teniendo en cuenta el limitado espacio fiscal de los países de la región, la alternativa más viable es hacer transferencias de un monto igual a una línea de pobreza durante seis meses, que permitirían cubrir una canasta básica de alimentos, así como otras necesidades básicas. Su implementación demandaría un gasto adicional del 2,8% del PIB para abarcar a todas las personas que se encontrarán en situación de pobreza en 2020”, refiere el organismo.

La pandemia ha alterado las relaciones económicas y sociales de un modo radical y sus consecuencias trascenderán a su duración, asegura Cepal por lo que comparte las siguientes recomendaciones políticas:

1. Suministrar estímulo fiscal suficiente para apoyar los servicios de salud y proteger los ingresos y los empleos.?

2. Reforzar los sistemas de protección social para apoyar a las poblaciones vulnerables.

Implementar un ingreso básico de emergencia durante seis meses por un monto equivalente a una línea de pobreza para toda la población en situación de pobreza.

1. Que los bancos centrales deben asegurar la liquidez de las empresas para garantizar su funcionamiento y la estabilidad del sistema financiero. Las políticas monetarias expansivas no serán suficientes. Los bancos centrales deberán intervenir directamente para proporcionar la liquidez que necesitan los sectores financiero y privado no financiero, en particular para garantizar la plena liquidez del mercado de préstamos bancarios a un día y para evitar la interrupción de las cadenas de pago.

2. La cooperación internacional y las organizaciones multilaterales deben diseñar nuevos instrumentos técnicos y financieros para apoyar a los países que se enfrentan a la presión fiscal. Algunos países muy endeudados, podrían tener problemas para atender el servicio de sus deudas, reestructurarlas o incrementarlas debido al posible colapso de los mercados financieros, lo que restaría impulso al tan necesario gasto público en salud, protección social y estímulo económico. Los países deben adaptar sus respuestas a las condiciones locales y esas respuestas deben ser reforzadas por la cooperación internacional.