La vacuna de AstraZeneca: beneficios probados, riesgos bajo estudio

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¿La vacuna de AstraZeneca puede provocar problemas sanguíneos graves? Varios países suspendieron su administración para verificar este riesgo que solo afectaría a un grupo extremadamente reducido de personas vacunadas.

  • ¿Cuáles son las sospechas? Las primeras sospechas que llevaron a suspender la administración de la vacuna de AstraZeneca se basaban en una eventual relación entre esta y la formación de coágulos o trombos, que pueden provocar flebitis e incluso embolias pulmonares.

Pero el lunes, el Instituto Médico Paul-Ehrlich, que asesora al gobierno alemán, dio cuenta de una “acumulación sorprendente de una forma específica de trombosis venosa cerebral muy inhabitual, asociada a un déficit de plaquetas sanguíneas”.

Por ello, Alemania suspendió el uso de la vacuna, como medida preventiva. Francia, España e Italia siguieron el ejemplo.

Las trombosis venosas cerebrales (formación de coágulos en las venas del cerebro) son “por un lado mucho más inhabituales que las trombosis clásicas y por otro son potencialmente más graves”, explica a la AFP la infectologa Odile Launay, miembro del Comité de vacunas anticovid creado por el gobierno francés. 

Estas afecciones pueden provocar accidentes vasculares cerebrales (AVC).

Además, otros países constataron casos de hemorragias que podrían corresponder a “una coagulación intravascular diseminada” (CIVD), añade Launay. Se trata de “síndromes excepcionales, que se dan en casos de septicemias graves” y que pueden traducirse en “trombosis y hemorragias”.

Por ahora no hay ninguna prueba de causa-efecto entre la vacuna y estas afecciones. 

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) se pronunciará al respecto el jueves.

  • ¿Cómo se mide el riesgo? «La cuestión es saber si estos casos son superiores a la incidencia habitual” entre la población, subraya Launay.

Alemania dio cuenta el lunes de 7 casos de trombosis venosa cerebral, entre más de 1,6 millones de inyecciones. 

“El riesgo es muy bajo”, subrayó el ministro de Sanidad, Jens Spahn. “Pero si hay un vínculo con la vacunación, se trataría de un riesgo superior a la media”, que sería de entre 1 y 1,4 casos para el mismo número de personas.

En cambio, la EMA reiteró el lunes que el “número de casos tromboembólicos entre las personas vacunadas no parece ser más elevado que entre la población”.

Lo que sorprende por otro lado a los especialistas es el carácter atípico de estos casos. “Esto es lo que se discute en estos momentos, más que el número” reducidísimo de casos, según el doctor Alain Fischer, responsable de la campaña de vacunación en Francia.

  • Riesgos y beneficios como sucede con todos los medicamentos, la clave está en ponderar los riesgos y los beneficios.

“Seguimos firmemente convencidos de que las ventajas de la vacuna de AstraZeneca en la prevención del covid-19, asociadas al riesgo de hospitalización y muerte, son superiores al riesgo de estos efectos secundarios”, declaró el martes la máxima responsable de la EMA, Emer Cooke.

“Detener esta campaña a sabiendas de que existe semejante circulación del virus sería irresponsable, porque es una protección segura y eficaz contra esta enfermedad”, aseguró por su parte el lunes el ministro belga de Sanidad, Frank Vandenbroucke.

Algunos especialistas defienden además que el propio covid-19 puede provocar coágulos sanguíneos por lo que es posible que “algunos de los problemas que se observan ahora no se deban a la vacuna sino al covid” entre gente infectada antes de ser vacunada, según Stephen Evans, de la London School of Hygiene & Tropical Medicine, citado por el organismo británcio Science Media Centre.

  • ¿Y después? «Sea cual sea la decisión que tome” la EMA el jueves, “será difícil en términos de comunicación”, prevé Launay, para quien existen tres posibilidades.

O bien “se descarta toda relación con la vacuna y se retoma la vacunación”, o bien se “identifican a las personas que pueden sufrir estos efectos secundarios” y se reorganiza la campaña en consecuencia, o bien se deja de utilizar el inmunizante de AstraZeneca.

La última opción sería “un golpe duro” puesto que “se cuenta mucho con esta vacuna”, mientras que en los otros dos casos el problema puede recaer en la confianza de la opinión pública, puesto que la polémica “suscitará dudas sobre su seguridad”.

“Independientemente de la decisión, esta tendrá un impacto importante en las próximas etapas de la vacunación”, según esta experta.