En un conversatorio titulado Ocio Religioso, dos académicos de la Universidad APEC (UNAPEC), y la directora de Promoción Turística Nacional del Ministerio de Turismo (MITUR), promueven valores y riquezas de la idiosincrasia dominicana por medio del Arte, la Cultura y el Turismo religioso, en el salón de Cultura José María Bonetti, campus (UNAPEC), de aquí.
Las ponderaciones surgieron dentro del marco de la primera exposición universitaria en honor a la patrona la Virgen La Altagracia, donde el corazón y la voluntad del alumnado y docentes se manifestaron durante dos cuatrimestres de montaje, creación de catálogo, selección y organización de las obras, que a consideración de Monseñor de La Rosa y Carpio, serán igualmente expuestas en el Museo La Altagracia, en Higüey, y Miami, Estados Unidos.
“La Virgen La Altagracia cuenta con una peculiaridad que la hace muy especial, y es su proyección de lo que debió ser la Sagrada Familia. En esta exposición artística vemos como los artistas con técnicas desde el Pop Art, el Cubismo, nos muestran a una Virgen en su mayoría, más madre que santa, venerando al niño Jesús en todo cuadro elaborado”, valoró la directora de Promoción Turística Nacional del Ministerio de Turismo (MITUR).
Hernández, con una vastedad experiencial en materia de Marketing y Gestión de Proyectos para el sistema turístico dominicano, aprovechó la ocasión para felicitar a la Universidad Apec, “por tan fascinante iniciativa, la cual debe continuar realizándose con cierta periodicidad”.
La directora también reflexiona la importancia de las obras y el emprendismo académico juvenil, como oportunidad para fortalecer el Turismo Comunitario Sostenible (TCS), que sustenta y desarrolla a las comunidades con propios insumos y materias primas que promueven las tradiciones y costumbres de su gente y la artesanía; resulta un atractivo recurso turístico-cultural.
A propósito de MITUR emprender el proyecto turístico cultural y religioso los “Senderos de la Fe” que buscan poner en valor monumentos, iglesias, santuarios, monte de oración y rutas de devoción en alianza con las 11 diócesis del país, promoviendo esos recursos como atractivos turísticos para visitantes locales y turistas.
La Altagracia ilustrada en dos tomos infantiles
Como catedrático de ilustración digital y artes gráficas con expertis en Ilustraror, Lony Fernández Álvarez narra al Caribe que, “en este proyecto editorial buscamos contar las dos principales historias de la Virgen La Altagracia, a través de la Ilustración digitalizada y convertirla a formato impreso”.
Ambas historias fueron adaptadas con el propósito de que niños a partir de cinco años y posean conocimiento de lectura puedan consumirla en dos estilos distintos trabajados durante un cuatrimestre por dos grupos de estudiantes, “edición y producción”, bibliográfica.
“Es un proyecto editorial infantil con mucho potencial que da a conocer parte de la cultura religiosa, la Virgen por medio de ilustraciones llamativas logradas en Photoshop e Ilustrator en técnicas –realistas- impregnadas con libre albedrío por los estudiantes”, comentó Fernández.
Tanto en la aparición de la Virgen La Altagracia en el Naranjo, aplicando el arte vitral o cristales para representar la Batalla de la Limonade utilizando una paleta de colores primarios, cálidos y fríos en tonalidades pasteles de la mano con la exposición La Altagracia basado en los estilos implementados por la maestra de arte y comunicación Marianela Morales Jiménez.
“El objetivo de la exposición y los impresos más que una simple cátedra, es que salgan de las aulas y trasciendan en la sociedad. Que se conozcan nuestros valores culturales y religiosos del país, también motivar la lectura de producción local, al igual que los comics”, alentó Álvarez.
Los grupos editoriales estuvieron conformados por Kismeily Reynoso, coordiandora; Crhistoper Suriel, supervisión Ilustración; Rosleen Mena y María de Los Santos; en la colorización, Margit Vásquez y Amanda Matos y el arte final, Loren Peña Hidalgo, como parte del Tomo I.
Virgen de La Altagracia es un texto editado por Keila G. Francisco Reyes, y en su Tomo II, participaron en iguale renglones, Margarita María Dubeau Beato, Ruth Michelle Jaquez, Laura Patricia Sánchez, Luis Orlando Jérez, Martín José Medina, Tamara Castro Sánchez, Marie Youveline Francillon, Gerald Javier Ciriaco y José Miguel Rodríguez.
Ocio Religioso
De su lado, Luis Alberto Rodríguez, maestro de Publicidad en UNAPEC, con 30 años en ejercicio ininterrumpidos en arte e investigación social valora la exposición La Altagracia, “es una proyección moderna en lienzografía con planteamientos estéticos diferentes enfocados en un solo tema, la Virgen, logrado entre docentes y dicentes resultando un ocio o espacio de tiempo libre, estético-religioso”.
Dijo que la exposición puede convertirse en un ocio turístico que tanto necesita el ser humano y a juicio de Rodríguez ha sido desplazado por la intensidad y estrés laboral. Aclaró que en La Altagracia, cada profesor realizó una factura propia de arte.
Sobre las nuevas tecnologías (redes sociales), dispositivos e internet no los valoró como distractores respondiendo a la innovación y necesidad de algunas profesiones soportarse en lo tecnológico, “no hay tal desplazamiento de mano de obra o de trabajo”, agregando que el crecimiento se refleja en la conocida industria naranja o cultural o en ámbito de economía creativa.
“El ocio y el trabajo son una sinergia, se crece en el momento libre, y por eso las universidades están llamadas a redefinir sus ofertas curriculares tendiendo al humanismo. Los estudiantes están alegres con sus obras, y el pintor y artista no solo vive del arte, también de múltiples actividades que se desprenden de la realidad del mundo”, sostuvo uno de dos ociológos dominicanos, consagrados en la nueva era del ocio con propósito.
El profesor motivó para que el ocio religioso o cultural sea significativo debe continuarse desde la plástica nacional con empuje de las instituciones hacia un turismo religioso y que se mueva, “por medio de la imagen de la Virgen o de otra obra te puedes redefinir.
Asimismo, para qué estás en el mundo, qué es lo que debemos ver. Veo a La Altagracia como “maternidad y familia”, pero también podría ser desde un punto de vista político, social, psicológico y antropológico”.
Hizo una observación valiosa, resaltando que en ocasiones la Virgen La Altagracia aparece sola en el cuadro, sin un hombre. “Igual lo vive la mujer de hoy, que emprende la familia con sus esfuerzos”, confesando que La Altagracia es una poesía o ´poyesis´, por la advocación mariana católica considerándola como la “madre protectora y espiritual” del Pueblo Dominicano.
Vía:elcaribe.com.do