El protocolo para la apertura del turismo detalla cómo se debe operar para cada caso
Si usted visita un complejo hotelero o resort de República Dominicana seguramente querrá darse un chapuzón en la piscina y “bajarse un trago” en el bar, ya sea de cerveza, de ron o de whisky o simplemente un jugo.
Eso le estará permitido, pero usted deberá observar una serie de pautas, que posiblemente garantizarán que no se contagiará de COVID-19, una amenaza que está latente en todo el mundo, por tratarse de una pandemia.
El protocolo emitido el martes por el Ministerio de la Presidencia para la apertura del turismo, que es un documento consensuado con el sector privado, a través de la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores) establece que en el caso de las piscinas se deben configurar las sombrillas/sillas/cabañas para que estén al menos a dos metros una de otra según las pautas de distanciamiento físico y de acuerdo con la ocupación máxima.
Se deben desinfectar la silla/sombrilla después de cada uso de invitados y se debe permitir que solo asistan grupos de hasta 10 personas a la piscina. Si hay más de 10 personas en un solo grupo, entonces el grupo debe dividirse en subgrupos que alcancen el límite para permitir el distanciamiento social.
La norma indica que se debe proporcionar gel antibacterial con alcohol al 70% y toallitas (cuando sea posible) en lugares estratégicos alrededor de la piscina y playa para permitir que los huéspedes se desinfecten aún más. Debe incluirse un bote de basura manos libres con tapa y se debe mantener la calidad del agua de la piscina, utilizando franjas de prueba y realizando pruebas regulares de pH y cloro.
El protocolo manda que se requiera que todo el personal de limpieza use EPP de eliminación cuando realice pruebas de piscina y actividades de limpieza, así como desinfectar la cubierta de la piscina y los muebles de la piscina (sombrillas, sillas, mesas, etcétera.).
A cada huésped se le debe solicitar ducharse antes de entrar a la piscina y que se desinfecte o se lave las manos antes de ingresar al área, utilizando estaciones gel antibacterial con alcohol al 70% para manos, instaladas alrededor de la (s) cubierta (s) de la piscina.
Las empresas hoteleras deben ajustar la capacidad para piscinas y jacuzzis al distanciamiento de dos metros por persona o grupo de máximo 10 personas y permitir el entretenimiento de baile mientras haya suficiente espacio en la terraza de la piscina para el distanciamiento físico entre los participantes y el líder del entretenimiento.
El protocolo manda que las empresas hoteleras suspendan el uso de tarjetas de toallas y, en su lugar, documentar la información de identificación de la persona que alquila/ utiliza las toallas con su número de habitación. Se debe designar un contenedor de devolución de toallas sin contacto, donde los huéspedes puedan depositar las toallas sin que los empleados las manipulen.
El protocolo –en general- establece que en los espacios de los hoteles se deberá garantizar en todo momento que el cliente esté informado sobre las condiciones restrictivas que le aplicarán en el uso de las instalaciones y que se garantizará que el cliente conozca, antes de la confirmación de la reserva y durante su estancia en el alojamiento (en formato escrito y en idioma comprensible por el cliente), las normas especiales que regirán en el establecimiento.
Se debe asegurar protección total (boca, nariz y manos), tanto del empleado como del cliente, y un mínimo de 2 metros de distancia. Se les debe proporcionar a los clientes y al público, con pañuelos desechables y recipientes para basura. Fomentar la etiqueta respiratoria y particularmente cubrir la boca al toser y estornudar.
En cuanto al uso y visita al bar o bares, el protocolo manda que cada 17 días, todos los establecimientos deberán realizar una jornada de desinfección exterior e interior. Esto es con el fin de mantener un entorno libre de bacterias, y virucidad, creando así una zona más segura y debidamente desinfectada para los huéspedes y visitantes. Indica que se debe esterilizar y lavar todos los platos, vasos, tenedores y otros usados, en agua caliente a 70° C. El personal debe utilizar una máscara facial en todo momento y debe limpiar y esterilizar sillas, mesas.
Debe asegurarse el reemplazo de todos los cubiertos y vasos en la mesa, independientemente de si parece usado o no.
Se deben limpiar las superficies durante el horario de apertura y realizar una desinfección completa de la barra después de cierre de operaciones. Se debe limpiar y esterilice las barras cada hora como mínimo.
Otros puntos que se incluyen es la desinfección de todos los grifos de soda, equipo de bar y boquillas diariamente, así como limpiar todas las barras, equipos de servicio reutilizables, y equipos de cocina de acuerdo con los estándares elevados.
El protocolo establece que toda la cristalería, vasos, copas, mezcladoras, medidores, platos, cubertería, deberán ser debidamente desinfectados antes y después de su uso.
Las medidas son de aplicación obligatoria para hoteles, resorts, paradores, posadas, “bed & breakfast, pequeñas posadas, condo-hoteles, casas de huéspedes, hostales y otros.
Para el cumplimiento de cada medida, el protocolo dado a conocer indica que se establecen como organismos de supervisión el Ministerio de Turismo de la República Dominicana, conjuntamente con el Ministerio de Salud Pública. Asimismo, se establece un Programa de certificación a realizarse mediante la creación de un Consejo de Calidad encabezado por la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores), el cual estará estructurado a nivel regional y subsectorial, con la capacidad de emitir certificaciones diseñadas para supervisar y garantizar el fiel cumplimiento de las medidas establecidas en el documento.
Esas certificaciones ayudarán a demostrar que los establecimientos de hospedaje se están gestionando eficazmente para prevenir la propagación de Covid 19, así como proporcionar las herramientas necesarias para mantener un nivel de control en cualquier entorno, para dar a los huéspedes la seguridad de su salud y protección.