Santo Domingo.- El reciente incendio en el Centro de Privación de Libertad La Victoria (CPL) arrojó luz sobre la resiliencia y dedicación de un centenar de hombres encarcelados que desempeñaron un papel crucial en la rápida recuperación del centro.
Estos hombres, categorizados como individuos “finalmente condenados” en transición al período de prueba del régimen progresista, demostraron un compromiso notable en el cumplimiento de los beneficios penitenciarios descritos en la Ley 113-21 que regula el Sistema Penitenciario Dominicano.
En medio del caos, numerosas personas, en solidaridad con la Dirección General de Prisiones y Servicios Correccionales de República Dominicana (DGSPC) y su dirección, acudieron en masa a La Victoria. Algunos simplemente buscaron ser parte de la noticia, mientras que otros genuinamente ofrecieron su apoyo, compartiendo sus opiniones en diversas plataformas. Sin embargo, quienes estaban dentro del centro, particularmente las Brigadas Internas, no podían hacer tales expresiones. En cambio, fueron testigos de una escena de desolación y caos, pero no perdieron el tiempo y entraron en acción. Encabezados por Roberto Hernández Basilio, Director de Servicios Penitenciarios y Correccionales, Yeny Olga Hernández de la Dirección de Medio Libre, y la entonces Directora del Centro Penitenciario La Victoria, María Amparo Cruz, junto a jefes departamentales, trabajaron incansablemente en silencio para limpiar a los afectados. áreas.
Posteriormente, las Brigadas Internas continuaron sus esfuerzos, limpiando meticulosamente los escombros y rescatando pertenencias de las celdas 1 a 8. Su incansable dedicación finalmente condujo a la recuperación gradual del centro de la devastadora experiencia. Ser testigo del desempeño de sus colegas inspiró a muchos otros presos a unirse a las Brigadas Internas, un grupo de reclusos que se someten a períodos de prueba bajo la Dirección de Medio Libre. Actualmente, la Dirección de Ambiente Libre, un subconjunto de la DGSPC, cuenta con 1.017 personas alojadas en diversos establecimientos penitenciarios a nivel nacional.
Las Brigadas Internas tienen como objetivo principal mantener la infraestructura de los centros penitenciarios y promover la limpieza dentro y fuera de las instalaciones. Esta iniciativa no sólo beneficia el entorno físico sino que también ayuda en el proceso de rehabilitación, brindando terapia ocupacional para reducir los síntomas de depresión, ansiedad y agresión entre los internos.
Al completar su servicio en las Brigadas Internas, los prisioneros pueden optar por unirse a la Comunidad o a las Brigadas Pagadas, ofreciendo oportunidades de trabajo colaborativo dentro de instituciones gubernamentales o puestos remunerados. La participación en estas brigadas permite a los internos obtener permisos de licencia por motivos familiares o laborales.
Sin embargo, la elegibilidad para cualquier brigada requiere sentencia permanente, buena conducta, aprobación de la Comisión de Vigilancia, Evaluación y Sanción y capacidad para realizar las tareas asignadas.
La Dirección de Ambiente Libre supervisa estos programas, organizando y supervisando iniciativas educativas, sociales y laborales para personas privadas de libertad, todas ellas encaminadas a facilitar su reinserción a la sociedad durante el período de prueba, conforme lo establece el artículo 63 de la Ley 113-21.
